domingo, 15 de noviembre de 2009

35 - Verano en el jardín

Una nueva semana comienza. El verano llegó con toda su fuerza. A esta hora de la mañana aun se puede estar en el jardín sin que el sol te obligue a buscar sombra debajo de uno de los árboles o en la galería. Allá a lo lejos veo pasar al gato del cual me habló Susana. Un gato gris con brillantes ojos amarillos que se pasea por el jardín como si fuera de su propiedad.

Susana. En cualquier momento seguramente le daremos el alta. Me llama la atención por qué mencionó en una de sus últimas sesiones a tres pacientes con los cuales ella no debería haber tenido contacto, tres pacientes con una patología psicótica, por lo cual deben permanecer aislados del resto de los internos. Estuve haciendo preguntas y nadie recuerda haberle permitido ingresar a esa sección del primer piso. Como fue que Susana conoce de sus casos? Laura, una chica pelirroja, delgada, siempre con una muñeca hecha con trapos en brazos. Laura no pudo superar la muerte de su hija en los momentos previos al parto, cuando empezó el trabajo de parto y el cordón umbilical se enredó en el cuello del feto y asfixió a la nena antes de nacer. Laura en su enfermedad, cree que esa muñeca es su hija, a la cual carga y atiende durante todo el día. Mencionó también a Juan, un muchacho de unos 28 años el cual apuñalo a su esposa en un arranque de celos. Juan en su imaginación, creó varios amantes de su mujer y un día, cegado por los celos por la presencia de esos amantes imaginarios, la asesinó. Finalmente mencionó a Felipe, un terapeuta de esta misma clínica, catatónico desde que sufrió esa terrible tragedia familiar en la cual falleció toda su familia mientras estaban de vacaciones y él se encontraba trabajando acá. Casualmente, es la vacante de Felipe la que yo vine a cubrir acá en la clínica.

Aún no me han asignado un paciente en reemplazo de Gabriel. Me llama la atención. Como le estará yendo a Gabriel? Con Claudio aún siento que tenemos puntos para trabajar. Si bien hemos vencido el primer escollo, asociado a los mandatos paternos y la búsqueda desenfrenada por la excelencia, aún debemos resolver lo referido al modo en que está acostumbrado a disponer de las personas como objetos a su servicio, así como a lo relacionado a su adicción a la cocaína.

Y con respecto a Fernando... No logro que vea que el gran generador de sus problemas está relacionado a que no ha logrado resolver adecuadamente su relación con su madre y su propia sexualidad. Fernando vive apegado a su madre como si fuera aún un adolescente y hasta que no comprenda y vea a su madre como una mujer que puede y de hecho, tiene sexo con otro hombre, no podrá resolver las causas que le han impedido mantener una vida sexual y afectiva adulta y que han terminado derivando en el ataque de pánico que padeció. De hecho, es el más conflictivo de los casos que tengo entre manos.

El timbre suena, son las diez. Debo volver a la habitación 118 del primer piso. Esta mañana en el primer turno, tengo asignado a Claudio.

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