sábado, 14 de noviembre de 2009

31 - Le hice poner lolas a ella también

Observo a Claudio mientras me comenta como se ha venido sintiendo en los últimos días. Luego del primer psicodrama donde tuvo la oportunidad por primera vez en su vida de confrontar y decirle a su padre cosas que llevaba guardadas muy en su interior, Claudio pareció liberarse de una pesada carga que lo agobiaba. Por pedido suyo tuvimos dos sesiones similares adicionales, una más con su padre y otra con su madre, la cual no fue tan satisfactoria como las otras. La figura de la madre es demasiado tenue en la memoria de Claudio, su gravitación es ínfima, opacada completamente por la figura de aquel padre exigente y severo.

Cuando Claudio termina su relato, decido darle un giro a la charla.

- Claudio, hablame de Sofía.
- Sofía? - me pregunta, y noto en su voz una sensación de temor
- Sí, hablame de ella, por favor

Espero unos segundos a que recomponga sus ideas y pueda expresarse. Pasados unos segundos y en vista que no emite ninguna palabra, intento encarrilarlo.

- Pensás en ella?
- Sí - responde tímidamente - no se, me siento en este momento como si hubiese sido un avión volando a 10.000 kilómetros de altura y me acabara de pegar un misil, realmente no me esperaba que hablemos de ella... Sí, pienso en ella seguido, aunque trato de apartar esos pensamientos cuando vienen, son demasiado... dolorosos? Quisiera poder borrarla de mis recuerdos. No me malentienda... No es que quiera olvidarla... Quisiera no recordarla.
- Porqué?
- Por que me invade un sentimiento de culpa que me angustia
- Nunca lo comentaste
- No. Es cierto.
- Hablame de ella. En algún momento dijiste que la conociste en la calle, que vivía a la vuelta de la casa de tus padres. Como era? Que te atrajo? Cuanto tiempo estuvieron de novios?
- Sí, así fue. Tomamos un café, luego la llamé por teléfono, la invité a salir. Fue todo muy onda película de hollywood. Chico joven y exitoso conoce a chica linda de clase media. Ella acababa de terminar un noviazgo de varios años con un flaco que no le aportaba nada, que andaba en la joda y se sentía vacía, yo hacía algunos meses que había terminado la relación con Vanesa y había estado picoteando un poco en boliches o pubs, pero nadie lograba cautivarme, hasta que la conocí. Yo la saqué del barrio y le mostré el mundo. para nuestra luna de miel la llevé a Roma y París.
- Fue amor a primera vista?
- No exactamente. - hace una pausa buscando internamente las palabras más adecuadas - Al principio ella no estaba muy enganchada, digamos. Tenía miedo de que para mí, ella no fuera mas que un levante ocasional.
- Porqué pensás eso?
- Por que me lo dijo. A la tercera salida, cuando yo ya atacaba con toda la artillería, ella me lo dijo.
- Y qué hiciste?
- Me propuse el desafío de conquistarla.
- Como si fuera un logro mas en tu vida?
- No se si un logro... un desafío a vencer. Y lo vencí. Ella se enamoró de mí.
- Y vos de ella?
- Creo que sí. Durante el noviazgo, sí. Sentía que de alguna forma ella completaba partes de mí.
- Partes nada más?
- Habían cosas que ella no completaba. A ver... profesionalmente ella no me aportaba mucho, me sostenía, pero el gran esfuerzo lo hacía yo.
- Sexualmente?
- Durante el noviazgo y el primer año de casados, sí, el sexo era genial. Luego de eso, empezó a ser más bien monótono.
- Vanesa, cuando reingresó en tu vida?
- Si bien ya me la había cruzado alguna que otra vez durante mi noviazgo con Sofía, nunca habíamos vuelto a hablar mas allá de un saludo o alguna frase ocasional, pero para esa misma época, me la encontré en una reunión de despedida de un amigo en común que se iba a vivir a Europa. Nos quedamos hablando sobre lo que habíamos hecho cada uno en esos cuatro años. Terminamos esa noche en un telo.
- A esa reunión no fue Sofía también?
- No. Supuse que se iba a aburrir. Como no conocía a nadie de ese grupo de amigos, no le pedí que viniera conmigo.
- Pero vos, sabías que Vanesa iba a ir, o al menos lo suponías...
- No estaba seguro, sí, sospechaba que me la podía encontrar. Y así fue.
- Y terminaste llevándola a un telo esa noche. Desde allí fueron amantes?
- Digamos que sí. Al principio yo no quería serle infiel a Sofía y hasta buscaba formas de que el sexo entre nosotros fuera menos monótono, más placentero.
- Cómo?
- Le pagué una cirugía plástica. Se hizo las lolas.
- Y eso sirvió para mejorar su vida sexual?
- Durante un tiempo. Yo estaba maravillado con sus tetas nuevas.
- Que pasó?
- Vanesa se puso un poco celosa. Yo te dije que ella era algo exigente. Y bueno, le hice poner lolas a ella también.
- Es decir que tenias lolas dentro y fuera de casa.
- Ja. Sí se podría decir que sí. Eso puso la balanza sexual mejor del lado de Vanesa. Ella era... mas zafada en la cama, Sofía era más tranquila. De alguna forma conseguí lo mejor de ambos mundos. Una esposa dedicada en casa y una mina entregada fuera. Así mantuve las cosas hasta que Sofía quedó embarazada y le pedí a Vanesa que nos dejáramos de ver, que ella siguiera adelante con su vida. Allí me di cuenta que ella se había vuelto a enamorar de mí.
- Claudio, te has dado cuenta que en todo este relato hablaste sobre ambas mujeres como si fueran objetos? metas a alcanzar. Desafíos. Objetos de placer. No hablaste casi de los afectos involucrados. Estas como desconectado con esa parte.
- No. No me había percatado.
- Pensá sobre ello y lo hablaremos en nuestro próximo encuentro.

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