domingo, 8 de noviembre de 2009

30 - Tendria que ser como vos

Gabriel llegó puntualmente ese día. Se lo veía de buen humor.

- Te traje algo - me dijo y me sorprendió
- Así?
- Sí, lo hice yo mismo, en el taller de manualidades - y me entregó una cajita

La abrí y en el interior hecho con pedazos de corcho, alambres y resortes había una figura de un hombrecito, de unos doce centímetros de altura. Me dio gracia el muñequito y lo dejé sobre mi escritorio.

- Ese soy yo - me dijo Gabriel - Espero que te sirva para que te acuerdes de mí cuando no tenemos estas reuniones
- Así que sos vos... interesante
- Si querés para el viernes hago uno que se parezca a vos, y así tenés la parejita - me dice

"La parejita", pienso, y se dispara una alerta.

- No, no hace falta. Hacele uno a tu hermano Mario. Como forma de agradecerle por todo.
- Sí, podría ser. Sabés si pronto me darán el alta? Tengo ganas de regresar al mundo exterior, tengo muchos proyectos.
- Entiendo que tu evolución psiquiátrica es positiva, así como la psicológica. Es probable que en el corto plazo puedan darte el alta, con un seguimiento ambulatorio, claro esta.
- Terapia psicológica, querés decir
- Sí, y psiquiátrica también lo mas probable, pero serian sesiones de terapia una vez por semana, no cada dos días, como tenemos acá, y una consulta psiquiátrica cada 15 días seguramente.
- Seguré viéndote a vos?
- No. Yo en este momento solo hago psicología clínica. No atiendo en consultorio.

Noto tristeza en su rostro. La sonrisa del principio se desvaneció.

- Que lástima. Me hubiese gustado seguir con vos. Así que solo trabajas acá? Decime y podré al menos verte para tomar un café y charlar de tanto en tanto? Claro, siempre y cuando tu novia no se ponga celosa. Jajaja - se ríe nerviosamente - A propósito, no sos casado, no?

Intentaré cambiar el tema de la conversión. Noto que Gabriel está mostrando un marcado interés en mi persona y en mi vida privada.

- No. No estoy casado. Y no creo que vaya a ser conveniente que nos encontremos a tomar un café, como vos decís. Al menos no durante un primer periodo de tu tratamiento ambulatorio. Mi presencia podría entorpecer el desarrollo de tu terapia, independientemente de quien te vaya a tratar afuera. Además, yo vivo acá en Pilar, no vivo en Capital. Decime Gabriel, - cambio el tono y el sentido del diálogo- mencionaste que tenes proyectos. Cuales?
- Bueno. Mis planes son, para empezar renunciar a mi trabajo y entrar en algún estudio a ejercer derecho civil. Me interesa eso en lo profesional. También tengo muchas ganas de meterme en un gimnasio y entrenar, siento que tengo abandonado mi estado físico - se levanta, flexiona los biceps y da un giro de 360 grados mostrandome el cuerpo- viste... asi no le muevo un pelo a nadie... tengo que endurecer los gluteos, - se toca las nalgas y se vuelve a sentar - también tengo ganas de tener sexo. Muchas ganas... - me mira y me hace un guiño cómplice - Y finalmente, quisiera tener una pareja estable.
- Eso está muy bien. Cómo te ves proyectado de acá a cinco años? Imaginate a ese Gabriel a los 30 años de edad. Cómo es?
- A ver... Trabaja en un estudio, le va bien. Tiene un montón de casos. Vive en un departamento en Barrio Norte, con su pareja. Tienen un perro salchicha. Me reuno de tanto en tanto con mis hermanos. Resuelvo mis diferencias con Facundo. Me acepta como soy. No se, me imagino así, todo medio color de rosa, todo lindo.
- Bien. Esperemos que así sea. Con respecto a tener una pareja... es todo un cambio. Hasta ahora tus relaciones fueron mas bien pasajeras, sexo al paso. Nunca guardaste una dirección ni un teléfono. Siempre lo hiciste a escondidas, tratando de que nadie supiera lo que hacías. Te sentís preparado para llevar esa nueva forma de vida?
- Creo que sí. Estuve pensándolo y sí, me gustaría estar con alguien en forma estable.
- Y ese alguien. Como lo imaginás? Como debiera ser?
- Físicamente? Tendría que ser parecido a Luis. Mi amigo del cole. Con el que estuve en Pinamar. Sí. Creo que siempre estuve un poco enamorado de él. Castaño claro, ojos celestes, delgado.
- Pero él no es homosexual, o si?
- No. Ni a palos. Pero, puedo conocer a alguien que se le parezca. No?
- Sí. Claro.
- Su personalidad tendría que ser... a ver... tendría que ser como vos
- Como yo? - nuevamente se dispara una alerta
- Sí. Alguien mas maduro que yo, que me escuche y me apoye. Que me aconseje sin que necesariamente me indique lo que debo hacer.

Me llama la atención que referencie tantas veces hacia mi persona lo relacionado al sexo y a su proyección de pareja. Evidentemente Gabriel está atravesando por una etapa de transferencia en la cual proyecta en mí sus anhelos y emociones. Es conveniente que marque una distancia.

- Gabriel, estoy seguro que en Capital llegaras a conocer a alguien que te satisfaga sexual y emocionalmente. Solo debes tener en claro que esa persona no va a aparecer mágicamente en tu vida, tendrás periodos de soledad, relaciones que se truncarán, conocerás personas que te podrán dar satisfacción sexual, pero no emocional o viceversa. Pasaras por momentos de tristeza y de soledad. Estas consiente de eso?
- Sí. Lo estoy. Y quiero intentarlo.
- Bueno Gabriel, dejemos hoy aqui. No te olvides, hacele un regalo a tu hermano Mario - le digo mientras tomo el muñequito y se lo muestro
- Sí, y uno para Facundo también voy a hacer - se despide y sale de la habitación.

Transferencia... me repito una y otra vez. En mi corta carrera es la primera vez que me ocurre un evento de este tipo. Debo marcar distancias y límites para evitar que esto genere nuevas confusiones en Gabriel.

Ahora bien... Por que habrá dicho que yo le parecía alguien más maduro que él. Soy apenas un año mayor que Gabriel. Como me ve realmente Gabriel a mi? Que extraño...

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