sábado, 14 de noviembre de 2009

34 - Temores y dudas

- Estoy un poco asustado - dice Gabriel para iniciar la última sesión del día
- Qué te asusta?
- Varias cosas. Para empezar me informaron que pasado mañana me darán el alta.
- Lo se. Te asusta volver al exterior?
- Sí. Algo. No se como será volver a tribunales, espero no encontrarme con otra gente del Opus allí, estaba lleno. Tengo que buscar un estudio donde empezar a trabajar por mi cuenta, comprarme ropa. Toda la ropa que tenía quedó en la residencia del Opus, no creo que la hayan llevado a casa de mis viejos, deben tenerla guardada en caso que decida volver, así son ellos, nunca se dan por vencidos. También me da un poco de miedo enfrentarme a mi familia.
- A tu familia?
- Supongo que al principio me van a mirar como a un bicho raro. Estarán pendientes de mis horarios, si salgo, con quien salgo y adonde voy. Tendrán miedo de que intente suicidarme otra vez, no se, me imagino eso. También tengo miedo de una posible confrontación con Facundo. En algún momento se va a aparecer y va a querer hablar conmigo, cagarme a pedos, lo conozco. Más aún por el tema de la enfermedad de mamá.
- Tu madre esta enferma? no sabía.
- El sábado pasado vinieron Mario y Lucas y hablaron con el psiquiatra, él les informó de mi alta. Luego estuvieron charlando conmigo. Mamá está depresiva, me dijeron. Trataron de minimizar el tema para que no me afecte, pero yo me di cuenta que no es una simple depresión, mi vieja debe estar bastante mal. Se echa la culpa de lo que pasó conmigo permanentemente y casi no sale de su habitación. Y lo peor es que ni siquiera voy a poder verla, por que a esa casa no pienso regresar ni de visita.
- Pero ella puede ir a visitarte a lo de tu hermano. Eso es posible.
- Claro, y es a ese posible encuentro que también le tengo un poco de miedo. Así como el tener que encontrarme con papá. Tengo mucha incertidumbre por lo que puede pasar y me preocupa. No quiero que se generen nuevas discusiones, ni quiero reproches.
- Hablaste de esto con tus hermanos?
- No. No lo tenía tan elaborado. Mañana regresa Mario, tiene que firmar unos papeles, veré de hablarlo.
- Qué otra cosa te está generando temor?
- No, eso nada más. Lo demás es incertidumbre. Dudas. Por ejemplo, desde hace meses que iba a misa a la salida de tribunales, por que en esa misa había un monaguillo rubio, con el que he tenido algunas fantasías. Y no se, me gustaría encararlo un día, pero no estoy seguro de como hacerlo, ni si debo.
- A su debido momento sabrás como manejar ese tipo de situaciones, debes tener confianza. Con respecto a las otras cosas, sería bueno que entre hoy y mañana prepares una lista de estas cosas, la escribas, la releas y les asignes un orden a cada una, así vas llevandolas a cabo de a una por vez y tu re-inserción será menos compleja.
- Bueno, voy a hacerlo.
- He preparado una lista de tres buenos terapeutas en la zona de Belgrano, por donde vas a vivir. Ponete en contacto con ellos para continuar con el tratamiento y tu recuperación. En tu caso creo que Silvina sería la más adecuada. Tiene mucha experiencia.
- Una mujer? - noto temblor en su voz - no se... no se si voy a poder hablar con la misma libertad con la que he hablado con usted acá, hay cosas que no me animaría a decirle a una mujer, me entiende?
- Casualmente. En los mas de dos meses que hemos estado hablando, tres veces por semana, sólo has mencionado a los miembros femeninos de tu familia. No has mencionado a ninguna otra mujer, y me parece que sería bueno que empieces a tomar contacto con tu lado femenino también. No podes mantener una vida sana si sólo te animas a tener contacto verdadero con el 50% de la humanidad, Gabriel, hay otro 50% al que directamente has venido ignorando, por diversos motivos. Creo que el mantener sesiones de terapia con una mujer sería un cambio positivo en tu vida, te ayudará a vencer temores y a bajar la guardia frente al sexo femenino. Deberías también conformar un grupo de amigos, varones y mujeres. Los homosexuales en ocasiones tienden a auto segregarse en grupos de su mismo genero y elección sexual, tratá por favor de evitar eso, no te ayudaría a desarrollar plenamente tu elección sexual.
- Bueno, lo voy a intentar, me contactaré con ella en primer lugar. No me imagino como será tener que hablar con una mujer temas de mi sexualidad, va a ser un desafío.
- La vida, en sí misma, es un desafío Gabriel
- Tiene mucha razón. A usted, no lo volveré a ver, no?
- No. Por lo menos no por un tiempo, a no ser que regreses por algún motivo, pero en ese hipotético caso, deberíamos analizar si es conveniente que te trates conmigo o con algún colega.
- Sabe? No pienso volver acá. No es que lo haya pasado mal, pero...
- Te entiendo. - me levanto y camino hacia la puerta, le extiendo la mano para despedirme - Gabriel, te deseo lo mejor en esta nueva etapa de tu vida, aprovechala.
- Gracias, de verdad, gracias. Lo voy a extrañar

Luego de un apretón de manos y un abrazo al cual no pude negarme observo a Gabriel retirarse. Estas situaciones de alguna forma, generan un nudo en mi interior. Uno llega a compenetrarse acá adentro con la problemática de los pacientes y cuando los ve partir, siente que parte de uno mismo se va con ellos. "Adiós Gabriel, suerte" pienso, mientras cierro la puerta y regreso a mis notas.

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