sábado, 14 de noviembre de 2009

33 - Más colores, más vida

Susana entró radiante esa tarde en la habitación. Se la veía diferente, juvenil, fresca. Se había arreglado un poco el pelo atándoselo, si bien no llevaba maquillaje, su sonrisa y el modo de caminar demostraban que había habido un gran cambio en su ánimo en estos días. Se sentó frente a mí y sin que hiciera falta que le indicara, empezó a hablar.

- Buenos tardes doctor. Vio que lindo día hizo hoy? Usted debería salir un poco... No se aburre de estar todo el día acá atendiendo? Debería tener un poco más de vida propia. Me imagino como debe tener la cabeza, escuchando todo el día las cosas que les decimos sus pacientes. Si son todos como yo... no me quiero imaginar como debe tener la cabeza. Debería salir y tomar un poco de aire... Y mire su habitación... es muy triste. Acá le hace falta un pequeño toque femenino. Voy a ver de conseguirle un florerito y le voy a traer alguna flor del jardín para darle un toque de alegría... no quiere que le acomode un poco los libros de esa estantería mientras hablamos? Puedo hacer ambas cosas, y no sería una molestia para mi... Le gusta como me até el pelo? Necesitaba un cambio. Cuando salga de acá me pienso internar en un spa... ay, miré que gracioso, salir de estar internada en un psiquiátrico para internarme en un spa. Que risa... Pero sí, necesito darle un mantenimiento integral a este cuerpo. Quien dice, por allí me animo y me hago una lipo o me pongo tetas... soy joven aun y estoy a tiempo. Además, hay uno de los enfermeros que he notado que me mira. Tan mal se ve que no estoy.
- Susana. Se la ve muy contenta hoy. Un spa... quien diría... alguna vez estuvo en uno?
- No doctor, nunca, pero me muero de ganas de ir. He leído en las revistas, a una le hacen la belleza de manos, de pies, masajes con piedras calientes, fangoterapia, todos esos tratamientos rejuvenecedores, usted debería ir a uno, perdón que se lo diga, pero se podría sacar algunas arrugas y lucir mucho mas joven. Así, a las chicas les parecería mucho más atractivo de lo que es hoy. Ay! perdoneme por lo que acabo de decirle, no fue mi intención.
- No tiene porque disculparse, Susana. Y digame, a que se debe tanta alegría?
- Nada en particular. Últimamente me levanto con un estado de animo como este, con muchas ganas de hacer cosas. Si no, acá adentro las horas no terminan de pasar, se hace eterno. Converso con otras personas, sí, pero hay cada uno acá... que le voy a contar a usted, claro... pero algunos casos me dan pena. Esta esa chica que se pasea todo e día con una muñeca hecha con sus propias ropas, y que piensa que es su hija, que falleció a los pocos meses de haber nacido. Está ese señor, pobre, que hace un año no habla, que está siempre sentado mirando por la ventana. Creo que trabajaba acá, una tragedia; toda su familia falleció en un incendio en su casa de la costa, imagínese, su esposa, sus dos hijas, los yernos y dos bebes... así cualquiera queda del tomate; y está el joven ese, que parece que mató a la novia en un ataque de celos. Se imagina que con esos tres no he podido establecer una conversación, no?
- Susana, y además de ir al spa, que otras cosas tiene planeado hacer cuando salga de acá?
- Volver a trabajar. Quiero que todas esas personas que se referían a mí como "la amargada de compras" vean a la nueva Susana. También pienso decorar mi casa de otra forma, quiero que haya más luz, más colores, más vida. Quiero comprarme una mascota. Un gato estaría bien. Vió al gato que hay acá? es muy tierno, se le acerca a uno, se refriega y ronronea. Me he encariñado con el animalito. Quisiera tener uno para que me haga compañía. Otra cosa que quiero hacer es ir a clases de salsa.
- Salsa?
- Sí, quiero aprender a bailar salsa. Es algo que alguna vez quise hacer y no me animé, algo que me quedó pendiente. Así podré ir a fiestas y bailar toda la noche. Sin hacer papelones, claro. En una de esas me animo y también me anoto en el baile del caño. Se imagina a mi haciendo el baile del caño? Jajaja - se ríe
- Verla sería una sorpresa, le aseguro. Cómo piensa manejar el tema de la bebida?
- No. Nunca más. Eso es algo que aprendí de las reuniones de grupo, controlar la adicción. Voy a ser una adicta a la bebida por siempre, eso lo tengo claro. Por eso iré a grupos de alcohólicos anónimos afuera. Me apoyaré en el grupo. No quiero volver a poner mi vida en riesgo o a desperdiciarla.
- Me parece una forma positiva de pensar. Y con respecto a su vida afectiva, ha pensado algo?
- Ay! - suspira - me gustaría rehacer mi vida con alguien, pero por ratos eso me asusta. No se como voy a responder cuando conozca a alguien y este desee tener relaciones sexuales conmigo. No se si lo voy a disfrutar o volverá a ser todo como cuando las tenía con Adolfo; pero sí, me encantaría conocer a alguien, no a cualquiera, me gustaría alguien más joven, con mas fuego interno. Mireme, a usted le parece que yo estoy para alguien de sesenta o mas bien para alguien de cuarenta, o quien sabe, alguno de treinta. No me haga caso, fantasías mías. Sinceramente no se como enfrentaré ese momento, lo que sí se es que tengo ganas de intentarlo al menos.
- Susana, me parece muy positivo todo lo que usted he dicho hoy, aunque aún tenemos cosas que trabajar. Quisiera que trabajemos lo referido al manejo de situaciones donde debe lidiar con presión. Ya sean situaciones laborales o personales. Quiero estar seguro que usted no vaya a tener un colapso, una recaída ante la primera situación conflictiva, me entiende?
- Sí doctor.
- Bueno, en nuestra próxima sesión trabajaremos ese tema, por ahora está bien.

Susana se levantó del asiento, caminó hasta la puerta y antes de salir me dijo

- Recuerde mi ofrecimiento. Si quiere vengo un día, le acomodo un poco esos libros y vemos la forma de darle más vida a estas paredes, vean lo vacías que están. Al menos un cuadro debiera colocar, y cambiar las cortinas, le hacen falta unas cortinas verdes o amarillas a esta habitación.
- Bueno Susana, ya veremos. Gracias
- Chau doc. - me hizo una seña de despedida con la mano y salió de la habitación

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